Hoy es la primera vez que me pongo escribir en este blog sin empezar por el título. Generalmente cuando tenemos una idea determinada sobre algo le ponemos un título, como si en nuestra vida estuviéramos escribiendo constantemente pequeñas historias que harán nuestra gran historia en el mundo.
Y hoy no tengo título, no se de que va a ir esta pequeña historia, pero no creo que eso sea ni preocupante ni importante.
A veces las ideas agolpan mi mente y no se para donde mandarlas, nunca se que es lo que quiero decir exactamente, mil cosas me vienen a la cabeza y las suelto, y luego me pregunto...¿por que he dicho eso?. Pero nada mas, nada de vergüenza, de ridículo ni de arrepentimiento, muchas veces mi instinto va mas acelerado que mi cabeza, y no digamos mis emociones, estas van siempre las primeras, en mi vida es el corazón el que manda porque se que es el mas sabio de los consejeros.
Y ahora las voces de los demás...pero no puedes dejar que las emociones te dominen, es mejor pensar con la cabeza, a veces el instinto se equivoca...
No les quitare razón, pero lo que esas personas no saben es que simplemente, mi corazón es también mi cabeza y mi instinto.
Cuando debo tomar una decisión, no pienso, siento...siento como me siento, como me voy a sentir, cual de esas cosas me va a traer mas alegría y mas buenos sentimientos. No es tan difícil, suelo acertar...
Cuando mi instinto me alerta de que algo no va bien o de que algo va genial siempre entra en comunicación con el corazón, las emociones que se gestan de esa percepción son aquellas que guían mi actuación ante los instintos.
Y sin embargo aparento ser una persona fría, mas bien sosilla, con una excesiva tranquilidad, mientras mi interior es un volcán de emociones. Y es que realmente me siento tranquila, confío en mi corazón y en mi instinto, en donde me han llevado hasta ahora, en todas las cosas que he sufrido y he superado gracias a hacerle caso a mi corazón.
No me arrepiento de haber llorado, de haber amado y no ser correspondida, de echar de menos a alguien, de equivocarme una y otra vez y haber sido demasiado sincera, de haber descargado mi ira en el momento menos indicado, de haber asimilado la tristeza y haberla dejado entrar para luego liberarla y dejar entrar la felicidad. No me arrepiento de darle cada día de mi vida las riendas de mi vida a mi corazón. Porque gracias a el también he aprendido a sonreír, a ver las cosas pequeñas y a apreciar la vida solo por el hecho de estar viva...el me ha enseñado a tener valor, a perseguir mis sueños aunque queden lejos, pero también a vivir el presente, a saber que cada momento cuenta.
Muchas personas me tacharan de conformista, de creer en el destino como si quisiera evadir la responsabilidad de mis actos, de no buscar algo mejor...
Y ahí es donde sin darme cuenta quería llegar.
Cuando has sido una niña tímida sin amigos, has perdido aquello que daba apoyo a tu existencia, has caído en el abismo de la tristeza, la soledad y la ira, cuando has sufrido miedos irracionales y has estado viviendo en un estado de resignación y de odio hacia el mundo...y has sido capaz de volver a sonreír, de enfrentar tus miedos, de dejar entrar la tristeza sin dejar que te domine, de volver a levantarte cada día a pesar de todo, de volver a vivir sin las ataduras del pasado, de aceptar lo bueno y lo malo, de sentir que la lucha y tiene sus recompensas, de ver sueños cumplidos...
Cuando has estado en el abismo tanto tiempo y ahora vives con los pies en el suelo sin renunciar a volar...¿porque voy a buscar algo mejor?
No hay nada mejor que sentirte amada y amarte a ti misma, no hay nada mejor que no poder controlar la risa ni la sonrisa cuando antes lo que no podías controlar eran las lagrimas, no hay nada mejor que ser feliz porque sabes que estas en el camino correcto...
No renuncio a mis sueños, y jamás lo haré. Y si, creo en el destino y en que en la vida hay cosas inexorables, pero yo tengo la responsabilidad, la fuerza y el deber de aceptar y aprender también de lo malo.
Cuando has estado muerta por dentro durante tanto tiempo, ¡no hay nada mejor que sentirte viva!Creo que ahora pondré el titulo a esta pequeña historia, aun sin saberlo. Dejare que la energía fluya y llegue solo, como hago en la vida, en mi día a día, en mi presente.
La felicidad esta dentro de cada uno de nosotros, solo hay que dejarse fluir, solo hay que tener fe y vivir el presente. Al igual que los niños, soy feliz con muy poco...y mejor que eso...no hay nada.
Y hoy no tengo título, no se de que va a ir esta pequeña historia, pero no creo que eso sea ni preocupante ni importante.
A veces las ideas agolpan mi mente y no se para donde mandarlas, nunca se que es lo que quiero decir exactamente, mil cosas me vienen a la cabeza y las suelto, y luego me pregunto...¿por que he dicho eso?. Pero nada mas, nada de vergüenza, de ridículo ni de arrepentimiento, muchas veces mi instinto va mas acelerado que mi cabeza, y no digamos mis emociones, estas van siempre las primeras, en mi vida es el corazón el que manda porque se que es el mas sabio de los consejeros.
Y ahora las voces de los demás...pero no puedes dejar que las emociones te dominen, es mejor pensar con la cabeza, a veces el instinto se equivoca...
No les quitare razón, pero lo que esas personas no saben es que simplemente, mi corazón es también mi cabeza y mi instinto.
Cuando debo tomar una decisión, no pienso, siento...siento como me siento, como me voy a sentir, cual de esas cosas me va a traer mas alegría y mas buenos sentimientos. No es tan difícil, suelo acertar...
Cuando mi instinto me alerta de que algo no va bien o de que algo va genial siempre entra en comunicación con el corazón, las emociones que se gestan de esa percepción son aquellas que guían mi actuación ante los instintos.
Y sin embargo aparento ser una persona fría, mas bien sosilla, con una excesiva tranquilidad, mientras mi interior es un volcán de emociones. Y es que realmente me siento tranquila, confío en mi corazón y en mi instinto, en donde me han llevado hasta ahora, en todas las cosas que he sufrido y he superado gracias a hacerle caso a mi corazón.
No me arrepiento de haber llorado, de haber amado y no ser correspondida, de echar de menos a alguien, de equivocarme una y otra vez y haber sido demasiado sincera, de haber descargado mi ira en el momento menos indicado, de haber asimilado la tristeza y haberla dejado entrar para luego liberarla y dejar entrar la felicidad. No me arrepiento de darle cada día de mi vida las riendas de mi vida a mi corazón. Porque gracias a el también he aprendido a sonreír, a ver las cosas pequeñas y a apreciar la vida solo por el hecho de estar viva...el me ha enseñado a tener valor, a perseguir mis sueños aunque queden lejos, pero también a vivir el presente, a saber que cada momento cuenta.
Muchas personas me tacharan de conformista, de creer en el destino como si quisiera evadir la responsabilidad de mis actos, de no buscar algo mejor...
Y ahí es donde sin darme cuenta quería llegar.
Cuando has sido una niña tímida sin amigos, has perdido aquello que daba apoyo a tu existencia, has caído en el abismo de la tristeza, la soledad y la ira, cuando has sufrido miedos irracionales y has estado viviendo en un estado de resignación y de odio hacia el mundo...y has sido capaz de volver a sonreír, de enfrentar tus miedos, de dejar entrar la tristeza sin dejar que te domine, de volver a levantarte cada día a pesar de todo, de volver a vivir sin las ataduras del pasado, de aceptar lo bueno y lo malo, de sentir que la lucha y tiene sus recompensas, de ver sueños cumplidos...
Cuando has estado en el abismo tanto tiempo y ahora vives con los pies en el suelo sin renunciar a volar...¿porque voy a buscar algo mejor?
No hay nada mejor que sentirte amada y amarte a ti misma, no hay nada mejor que no poder controlar la risa ni la sonrisa cuando antes lo que no podías controlar eran las lagrimas, no hay nada mejor que ser feliz porque sabes que estas en el camino correcto...
No renuncio a mis sueños, y jamás lo haré. Y si, creo en el destino y en que en la vida hay cosas inexorables, pero yo tengo la responsabilidad, la fuerza y el deber de aceptar y aprender también de lo malo.
Cuando has estado muerta por dentro durante tanto tiempo, ¡no hay nada mejor que sentirte viva!Creo que ahora pondré el titulo a esta pequeña historia, aun sin saberlo. Dejare que la energía fluya y llegue solo, como hago en la vida, en mi día a día, en mi presente.
La felicidad esta dentro de cada uno de nosotros, solo hay que dejarse fluir, solo hay que tener fe y vivir el presente. Al igual que los niños, soy feliz con muy poco...y mejor que eso...no hay nada.
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