sábado, 16 de enero de 2010

Encajar

Algunas personas, más de las que parece a primera vista, se pasan gran parte de su vida intentando encajar. Otras personas tienen el don de encajar a la primera. Otras, simplemente hacen su vida y ni les preocupa.
Sobre mí, creo que siempre estuve en ese primer grupo de personas a las que nunca les ha resultado facil encajar. La diferencia fundamental que me excluye a mi de ese grupo es que es un tema que ya simplemente, no me preocupa, y si no jamás podría escribir con el corazón sobre ello y compartirlo con todo aquel que desee leerlo. A mi suele gustarme mucho aprender de la vida, porque considero que es una gran oportunidad que nadie deberíamos desaprovechar si queremos aprovechar el tiempo que nos es regalado. Y esta es una de las cosas que he aprendido este año 2009 que ya hemos dejado atrás.
Primero, de entre todas las acepciones de la palabra encajar, como persona de letras que soy, escogeré aquellas que me ayuden a explicar mejor lo que quiero comunicar.
La primera de ellas es, segun el diccionario de la RAE, meter algo, o parte de ello, dentro de otra cosa. Se referiría aquí a encajar la llave en la cerradura.
Cuando yo hablo de encajar, me refiero sobre todo a las relaciones sociales, como ser parte de un grupo, de tu familia, de los compañeros del trabajo o de estudios. Insisto de nuevo en que para mí esto jamás ha sido fácil, y además ha sido en muchos momentos frustrante. Siempre, desde pequeña me sentí un bicho raro en casi todos los círculos en los que me he movido, quizás excluyo aqui a mi grupo de amigos de siempre, en el que a pesar de ser un bicho raro siempre me he sentido completamente aceptada y querida, y excluyo también a mi familia cercana, que si bien es cierto en el pasado me sentí como la oveja negra, con el tiempo también me siento, al menos lo necesario, comprendida y querida.
Definamos ahora que entiendo yo por bicho raro. Es alguien diferente, especial, que no ve las cosas del mismo modo que los demás, que no se ajusta a unos cánones sociales. Cada persona es diferente, eso es cierto, no me considero alguien completamente aparte del mundo por mis ideas o mi manera de vivir, pues considero que habra muchas personas que compartan algo de esa característica manera de ser, pero las más, son completamente diferentes.
Una vez, hablando sobre ello con alguien de confianza, me dije a mi misma las razones por las que soy un bicho raro, y que hacen de mí una persona que no encaja facilmente:
- Soy a veces demasiado sensible para este mundo, y la comprensión que yo tengo de las personas como entes sin maldad, cuyas acciones, aunque causen efectos negativos, no dejan de obedecer a una serie de causas que solo la misma persona sabe y que no somos nadie para juzgar, no es la misma que puedo esperar del resto de las personas hacia mí.
- Sufrí mucho demasiado pronto, lo cual me ha acarreado miles de enseñanzas que aprender, muchos golpes que superar cuando aun era solo una niña, mucha incomprensión hacia mi situación y muchas energías negativas dirigidas hacia mí que en esos años me eran imposibles de aceptar de una manera adulta. Esto hace que con los años, no haya tenido más remedio que enfrentarme a eso, de aprender cosas sobre mi misma que no había tenido tiempo ni oportunidad de aprender, de mirar la vida con los ojos de una niña que esta descubiendo el mundo (mirada que aún sigo conservando y no pienso perder por la cantidad de beneficios que aporta), de renacer una y otra vez de mis cenizas como un ave fenix, de obligarme a ser optimista y esperar un mañana mejor que con el tiempo ha llegado, de soñar despierta para tener siempre en mente esas cosas que quería que me pasaran y que me han acabado pasando, así como otras que, estoy segura, también me acabarán pasando.
- Como consecuencia de eso, he experimentado la tristeza más profunda y la felicidad más increible, lo que hace que mi visión de la vida se centre en simplemente esperar siempre lo mejor, pues he tenido la suerte de comprobar que en la vida todo llega. Eso me hace una persona que de primeras parece no preocuparse por nada ni nadie, una persona aparentemente fría ( quien me conoce bien sabe que soy todo lo contario) para la que los problemas de los demás siempre tienen solución y que no duda en aportarla, por ello doy impresión de ser una persona pedante que lo sabe todo, pero nada más lejos de la realidad.
- Inexplicablemente, todo en la vida me ha acabado yendo muy bien, y eso me hace sentirme muy afortunada, algo que la mayoría de la gente en este mundo no comparte, porque viven en una constante frustración sin valorar lo que tienen y fijándose solo en lo que no tienen (eso también lo he aprendido este año).
- Y por último, centrándome en mi carácter, voy mucho a lo mío, algo que siempre me ha dicho mi madre con más razón que una santa. Eso no significa que me desentienda de los demás ni que no me preocupe por los problemas de la gente, pero es manera de ser aparentemente independiente, hace que los demás crean que no necesito a nadie, que no necesito unas palabras amables, un abrazo...Algo también incierto y extraño, el hecho de que sea independiente no implica que no necesite a los demás, y esto, segun tengo comprobado es una concepción erronea de la sociedad en general, en la que se ve a las personas independientes como faltas de sentimientos hacia las demás personas.
La otra acepción de la palabra encajar que quiero resaltar es: Dicho de un elemento o de parte de algo: Corresponder con su totalidad. Esto es: pertenecer a un grupo, a alguién, ser parte de un todo.
Durante este año he tenido la sensación de no pertenecer a un grupo que no diré cual es, de no ser parte de ello, de sentir que todas las personas de ese grupo mantienen una relación de amistad en la que yo sentía no ser parte.
Ahora mismo, he aprendido que si pertenezco a ese todo, pero quizás no de la misma manera, quizás no tenga una relación de amistad con esas personas, pero soy parte de ello. Nunca me ha resultado facil hacer amigos, siempre los he tenido, pero siempre han sido los mismos, aquellos que me conocen casi desde siempre, que ya saben como soy realmente y que no se dejan llevar por las apariencias, es decir, por como soy aparentemente. Y es que la conclusión a la que he llegado con el tiempo y con ayuda de una persona muy valiosa que jamás me ha fallado en estos casi 8 años, es que no todo el mundo se toma el tiempo ni el esfuerzo necesario para conocer a la gente por dentro, y yo soy una persona a la que solo se la conoce realmente si alguién se aventura a pasar la frontera de lo que parezco ser para llegar a ser lo que soy. Me he encontrado con muy pocas personas que realmente hagan esto, pero las conservo porque se el gran valor que tienen.
Esta persona, el compañero de mi vida, me dijo una vez...quizás tu no estés hecha para encajar...
Una frase algo dura para alguién que solo desea sentirse aceptada, pero una gran verdad que se me ha revelado con el tiempo.
Soy una pieza demasiado especial como para formar parte de todos los puzzles con los que me voy encontrando, tengo unos colores demasiado diferentes, unas formas muy raras, y un brillo que quedaría raro en la mayoría de los puzzles. Yo solo estoy hecha para encajar con unas pocas piezas, aquellas que también son lo suficientemente diferentes como para aceptarme en su puzzle, aquellas piezas que son lo suficientemenyte especiales para ver el gran valor de esta pieza, aquellas que ven más allá de lo que el resto del mundo ve...Y me siento orgullosa de ser esa pieza y de pertenecer a ese pequeño puzzle, porque ahí, soy como realmente soy, soy yo y no lo que aparentemente soy, soy una pieza de colección dificil de encontrar pero que pocos saben valorar, y eso me hace a mi y al resto de las piezas, realmente valiosas.

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